miércoles, 10 de diciembre de 2014

Un brindis por nuestra profesión


Cotilleando, me he encontrado este artículo y he visto interesante el punto de vista de este profesor( Cesar Bona) en lo que se refiere a la enseñanza y a su concepción, nominado al premio global del profesorado.
Ya que como decían antiguos autores que hemos podido ver en clase gracias a las exposiciones de cada uno de nuestros compañeros y que más tarde publicaré, la enseñanza se tiene que basar en el desarrollo del niño,  como le dice Cesar Bona a sus alumnos: "Aquí lo más importante no es que saquéis buenas notas, sino que aprendáis a ser buenas personas"

César forma parte de esa lista de profes atípicos, vocacionales, apasionados, y desde mi punto de vista este es uno de los puntos más importantes de este artículo, ya que si de verdad quieres ser docente, y dedicarte a ello durante toda tu vida, la vocación debe ir por delante y esto, en mi caso, no falta, ha estado conmigo desde que era una niña.

"Muchos docentes siguen alimentando la figura del docente como el ente que todo lo sabe. Eso crea un escalón con los chavales, una barrera". Es cierto, los docentes sabemos muchas cosas, y lo más importante, sabemos como enseñar, pero no nos podemos creer que lo sabemos todo y que no nos podemos equivocar, por que esto no es así, somos personas y también cometemos errores, y como en todo hay cosas que no las sabemos, por ello hay que felicitar al niño cuando encuentre o aporte información nueva que nos pueda servir y proponerle nuevos retos, metas para que no solo nosotros construyamos su enseñanza, si no que ellos mismos la puedan construir, nosotros como profesores debemos ser solo guías de su aprendizaje.
Por que el aula dice, "es el lugar donde todas las puertas deben estar abiertas".

"Es verdad que en estos últimos años a veces te dan ganas de tirar la toalla. Si no lo hacemos es por los niños. Porque son los niños quienes ganan. Cada vez somos menos profesores y las ratios no dejan de aumentar. La formación ya no existe y en ocasiones me da la impresión de que paso más tiempo rellenando papeles que interactuando con mi clase", se queja. Y es cierto, en estos últimos años ha cambiado mucho la forma de concebir esta profesión y sobre todo de verla desde fuera, pero por este motivo POR LOS NIÑOS debemos seguir aprendiendo a entenderlos, a entender sus emociones y su proceso de aprendizaje, y esto es una de las cosas que me motiva, ya que gracias a nosotros, a todos los docentes tanto buenos como malos en su trabajo se formarán personas con valores y por supuesto con unas metas y un gran futuro por delante.

Pero  "Opinar es gratis y resulta sencillo criticar. Tenemos que defender la dignidad de nuestra profesión. Esto no es llegar a clase, abrir el libro, mandar ejercicios y cobrar. Creo que las cosas cambiarían si tuviéramos apoyo desde arriba. Si de una vez se entendiera que la educación no es meter con cuña datos y contenidos, sino aprender a respetar lo que tenemos a nuestro alrededor y a aceptarnos a nosotros mismos. A partir de ahí, el mundo se abre, la curiosidad brota. Los maestros somos seres privilegiados porque trabajamos con fuentes infinitas de imaginación".

No sabe si ganará el premio o no, pero dice que eso es lo de menos, se queda con todo lo vivido, aprendido y conseguido. Y lo admiro, lo admiro muchísimo, y algún día me gustaría poner en práctica de la mejor manera posible todo lo que estoy aprendiendo.
Un texto muy bonito, y que te da para reflexionar, largo y tendido.


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